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Moros y Cristianos

Moros y Cristianos

Según cuenta la tradición, el 29 de Julio de 1538, los habitantes de La Vila Joiosa, ven peligrar sus hogares, sus huertas, sus vidas... al entrever en alta mar cuarenta galeras sarracenas que quieren conquistar la costa vilera.

Las campanas tocan alarma general, los vileros y vileras se preparan para la defensa. Las fustas se acercan, el fuego se intensifica y cuando la invasión sarracena parece cierta los habitantes de La Vila Joiosa ruegan al cielo intercesión y Santa Marta, que es el santo del día, mueve un fuerte vendaval que devuelve mar a dentro las medias lunas. Desde aquel 29 de Julio los vileros y vileras en agradecimiento proclaman a Santa Marta Patrona de La Vila Joiosa, y en su honor, cada mes de Julio, celebran fiestas de moros y cristianos, con un acto único y diferenciador: El Desembarc. Un auténtico espectáculo de luz, pólvora y fiesta en el que los vileros y vileras representan este hecho histórico.

Las fiestas de Moros i Cristians de La Vila Joiosa, declaradas de Interés Turístico Internacional, se convierten cada año, del 24 al 31 de Julio, en un punto de encuentro para miles de personas que descubren en ellas una combinación perfecta de tradición, historia, espectáculo y fiesta en el sentido más amplio de la palabra. Y es que en la Vila Joiosa nadie se siente extraño, cualquier visitante es un festero más.

El carácter abierto y jovial de los vileros y vileras, las calles llenas de bandas de música, los “cuarteles” (locales festeros) abiertos a todos los visitantes propios o foráneos, y el programa de actos, organizado por la Associació Santa Marta, en el que cada año la historia, la tradición se convierte en fiesta, es lo que caracteriza a estas fiestas.

No te pierdas:

-24 Julio. Entrada de bandas. A ritmo de pasodoble se presentan las bandas que nos acompañarán durante los días de fiesta precedidas por el capitán/a de cada compañía festera.
-25 y 26 de Julio. Desfile Moro y Cristiano (turno de manera rotativa, se alternan los bandos cada año para desfilar el primer día). Las tropas hacen su entrada en la ciudad luciendo sus mejores galas y con grandes boatos que no dejan a nadie indiferente.
-27 de Julio: Alijo y Embajada de Contrabandistas, Presentación tropas moras a su Rey y Embajada Beduina. Tanto Contrabandistas como Beduinos se ofrecen a sus respectivos reyes para ayudarles a conseguir su objetivo: defender y conquistar La Vila respectivamente.

-28 de Julio: Hasta el amanecer “Nit del Fester” Una noche de fiesta a la espera del Desembarc previa Embajada Mora. Por la tarde Embajada Cristiana y Reconquista del castillo.
-29 de Julio: Día de Santa Marta. Misa Solemne y procesión. Por la noche Castillo de Fuegos Artificiales.
-30 de Julio: Tradicional Concurso de Paellas.
-31 de Julio: Desfile de Carrozas con la participación de los niños y niñas de las diferentes compañías festeras.

Desembarco:

Del 27 al 28 de Julio La Vila Joiosa vive su noche mágica. Parece una noche más de fiesta, la música suena en los cuarteles pero a las 3 de la madrugada comienza el ritual. Las tropas moras van al puerto para embarcar en 35 galeras, en las que ondea la media luna, simulando aquellas que se acercaron a las costas vileras aquel julio de 1538. A las 4’30 en la Costera la Mar, a los pies de la murallas de la ciudad tiene lugar “la Baixada dels Cristians” a la playa convertida en un auténtico campamento donde los cristianos esperan al enemigo.

La pólvora se convierte en protagonista y la tranquilidad de una noche de verano en la costa vilera se rompe con los arcabuces, cañones, pirotecnia... Un auténtico espectáculo de cine, sin actores, con personajes reales, vileros y vileras que desean llegar a la tierra prometida, vileros y vileras que defienden su hogar...

En el fragor de la batalla un bandera blanca se acerca a la costa... cesa el fuego. El emisario del Rey Moro llega ante el Rey Cristiano y le entrega el pergamino en el que se pide su rendición para evitar la batalla. El escrito se rompe en mil pedazos, el emisario es devuelto al mar, el fuego se intensifica, la imagen de Santa Marta aparece en el horizonte y de nuevo, casi cinco siglos después... comienza la batalla.